Carta al Monstruo

 Querido Monstruo: 


Gracias. 

Primero agradecerte que hayas destruido nuestra vida juntos, he visto que aquello que me ponías delante de los ojos, no es bueno para mi, por mucho que sea algo socialmente aceptado. Una hipoteca a 40 años para vivir siempre en el mismo sitio, contigo, no tenía por qué ser la mejor elección. Viajar nunca estuvo demás, aunque para ti, era un pecado de derrochadores, manos rotas, mala gente que debían, según tú: "gastar el dinero en "La casa".La casa para que tu madre estuviera contenta. La persona que maneja tus hilos, te ordena lo que debes hacer y te lanza contra tu padre como si fueras un perro rabioso.  

Me has abierto los ojos a mí misma, a que no soy un ser tan retrógrada como tú, a que eso, no es la felicidad. No quería ver por miedo a ser diferente. Estar sola por ser diferente. Irónicamente pasar miedo a tu lado, me ha abierto los ojos al hecho de que debo de dejar de sentir miedo a aquellas cosas que quiero intentar, o a las consecuencias de lo que vaya a hacer. He dejado de tener miedo a que las cosas no vayan como lo espero, o al que dirán de mí, o que no me quieran los demás. Me da igual si mi vida no es como la vida de las personas que me rodean. 

Me has ayudado, a construir algo mío otra vez, para que, si debo tener a alguien en mi vida, sea para que añada a lo que ya está, nunca para que me haga abandonar todo aquello por lo que he luchado, o que me gusta. Gracias a ti, se me ha presentado el sueño de las princesas disney como la pesadilla que en realidad es, más si cabe a tu lado. Me he dado cuenta de que las princesas, ahora desgreñadas, decepcionadas, malcaradas y amargadas por lo que siempre han querido, despotrican del matrimonio, de los hijos y de la vida de ensueño en el castillo a 40 años. Encerradas en su castillo, ya no se acuerdan de qué es lo que les gusta, las define o de lo que es cuidarse. Encerradas en una cárcel de cristal, frustradas, ya que la  vida que deseaban es la pesadilla que las ha hecho despertar a que eso, no es lo que necesitaban. A tu lado, no iba a ser más que tu esclava, la de tu madre, y la de tus arcaicas ideas de querer ser como tus padres, lo cual es la prueba de tu desfase ( como canta Lilly Allen)  He reafirmado mis ideas bien contrarias a las tuyas, de que hay que viajar siempre que se pueda, hay que gastar el dinero en lo que a uno le hace feliz, y hay que elegir tu vida, no la que nadie te ponga delante. Al final todos moriremos igual. También, me he dado cuenta del hecho de que las posesiones, son eso, cosas, que vienen y van, y más que nada tengo bien claro que nadie me dirá lo que debo o no, hacer. Por fin sé que mi vida debe de ir por allí donde siga sintiéndome bien, aunque sea un camino escarpado y cueste seguir por él. Habrán días que me acuerde de mis cosas, de mi piso, del bebé que perdimos que tan poco te importó, de todas las veces que lloré por tus abusos, de todo lo que me perdí por tu presión y prejuicios. Me estoy resarciendo y rehaciendo. No puedo volver atrás y desandar lo que ya he andado, no "se vale". En este juego retorcido que se llama vida, tú solo has sido destrucción, maldad y mentiras. He aprendido el dolor, he aprendido a gestionar el dolor, no sin ayuda, pero sí con mi esfuerzo a atravesarlo y aprender. 

Gracias por hacerme ver como no quiero que me traten, como no quiero ser, como sí me tengo que tratar, sobre todo, gracias por sacar de mi, una fuerza que no sabía que tenía. Pusiste a prueba mi resistencia, mi resiliencia, mi fuerza interior, y mi amor propio, que fue el que dijo que te equivocabas todas esas veces que me insultabas llamándome dejada, egoísta, tacaña, derrochadora, o mala persona, con frases retorcidas que no sonaban a insulto. Gracias por herirme con rosas, me enseñaste las espinas. 

Mi gratitud por haber devuelto mi criterio a su cauce. He aumentado mi confianza y amor propio, para protegerme de monstruos como tú. He aprendido, gracias a tus malos tratos a tratarme bien. Sé que no puedo hacer todo bien, no me importa equivocarme, tanto como te importaba a ti equivocarte, no cumplir las expectativas y quedar bien. Sé que mis actos o pensamiento no le parecen correctos a todo el mundo, pero no me culpo por las cosas que no me salen bien, pese a que otros sí lo hagan. La culpa se ha desterrado de mi cabeza, culpa que me has des-enseñado gracias al pozo en el que me hundí cuando hui de ti. Me quiero, y acepto mis errores, entiendo que al igual que los demás se equivocan y no son malos por ello, yo tampoco, y no debo de martirizarme o tratarme peor que a los demás por eso. 

Has supuesto la derrota más exitosa de toda mi vida. 

La vida me ha puesto una brutal prueba que has sido tú, Monstruo, para devolverme a la cordura o a una locura que me sienta mejor. Has sido una dura prueba para enseñarme a pedir ayuda cuando estoy exhausta, cuando estoy perdida. Has sido el dolor mas fuerte que he experimentado, la cicatriz más grande.

No estaré con nadie, pero creo que aún no ha llegado el momento de estarlo. Cuando llegue, imagino que estaré con alguien que me sepa querer y me respete. Estoy contenta tal como estoy.  No debo nada, tú conmigo tienes una enorme deuda, con la vida más, has hecho mucho daño. Espero que la vida se cobre su factura. Yo estaré bien, pase lo que pase, esté o no esté con una pareja, estaré bien. 

Espero que te vaya bien en la vida, que encuentres aquello que te haga feliz, que no sigas haciendo daño, que te repares, que tomes conciencia de ti y de lo que te rodea. Espero que  seas tan feliz que no te acuerdes nunca de mí, que no vuelvas a marcar mi número, ni a pensar en lo que tuvimos.  

Gracias por sacar toda la basura que había en mi vida, tanto dentro de mí, en forma de creencias, emociones y pensamientos negativos, como la de fuera, en forma de personas que no me hacían bien. He encontrado otra manera de hacer, he visto que me auto-engañaba para no atravesar el dolor de la realidad en muchos aspectos de mi vida que no enfrentaba. He encontrado a una terapeuta que me ha ayudado a decir lo que temía decir a otras personas, a identificar los malos tratos, los abusos, la humillación y al dolor para poder atravesarlos, sobre llevarlos y superarlos. 

Gracias, nunca te perdonaré, pero me has ayudado.

Me despido de ti para siempre. 


Adios.

PD: Podrías ser un perturbado, si tuvieras una enfermedad mental, pero no, tú eres así. Da pena. Eres un malnacido, hijodeputa, cabrón, ladrón, estafador y maltratador. No vales la pena como persona, no tienes nada, ni lo vas a tener en tu vida porque eres un merluzo, manos rotas que no tiene idea de números. Tu coheficiente intelectual, por mucho que tengas un doctorado, es justito. Mameluco. Cabestro. Lo malo es que para engañar a la gente sí que tienes un don. Tienes suerte de que siempre hay gente de buen corazón, generosa, amable que se cruza en tu camino de desastre humano. Eres lo más bajo de la sociedad. Gentuza, como a ti te gusta llamar a todo el mundo. Basura. 

Espero que vivas una vida larga. No te deseo el bien, cada día que vives sufres, por envidia, por frustración, por que no pasas un minuto que no sea maquinando y llevando a cabo un plan malévolo. Cada vez que alguien te descubre, te abandona y desenmascara, te da otro palo y te desquicias más y más. Vas a acabar solo y odiado por todos, hasta por ti mismo. 

Te odias: odias tu cuerpo que no se ajusta a los cánones, odias tu trabajo, odias tu sueldo, odias lo que haces, odias lo que tienes, te odias a ti. 

Muere solo en el olvido. 

Comentarios

Entradas populares