ADMIRACIÓN

 Nunca tener ídolos fue tan fácil, es que las redes sociales ponen ante nuestros ojos y gracias a los logaritmos, personas que hacen cosas que nos hacen reír, llorar, enfadar... Depende de lo que busquemos. Avalancha de información ante nuestros ojos, que ni siquiera tenemos que filtrar, nos viene ya filtrada según gustos y conocimientos que los logaritmos y la IA, recogen sobre nosotros. La pregunta es, ¿Puede el ser humano admirar a alguien que no hace nada? 

Observemos, instagram, o youtube donde personas publican fotos de sus viajes, vídeos de cómo se levantan, cómo hacen el desayuno y en consecuencia, qué es lo que desayunan... Estarán más o menos editados, y puede que en sus inicios, esto lo hagan ellos mismos, pero a posteriori tienen un equipo que lo hace por ellos, la pregunta es, ¿están haciendo algo que los dote de talento? Representan el papel delante de las cámaras, o quizá solo enseñen su vida. No hay manera de estar seguros. Muestran una vida, idílica, no les falta el dinero, tienen para comprar carísimos aditivos, buena ropa para combinar, no se mojan cuando llueve, no pierden el metro, no tienen una mala noche, y si la tienen, por la mañana tienen mejor cara que yo el fin de semana, dan opiniones que no pide nadie, salvo el que quiera entrar a mirar, sobre todo tipo de cosas sepan o no de ellas.  

Sobre la cantidad de dinero que ganan y generan es mejor ni hablar, ya que ni ellos mismos saben lo que generan, pero objetivamente :  

Todos nos levantamos cada día, y nos vestimos, algunos con uniforme de trabajo. 

Todos comemos y nos hacemos de comer. 

Todos nos vestimos con más o menos gracia, depende del gusto. 

... 

Pero no recordaba que seguir la moda, cuando te regalan la ropa es muy difícil; mantenerse en forma teniendo tiempo también es cosa complicada; romper una relación rodeada de dinero, con una casa y una enorme cuenta bancaria es algo heroico ¡Comer sano cuando tienes dinero para llegar a final de mes es algo extraordinario! 

No es necesario coger ningún ejemplo en concreto para darse cuenta de que el barrendero de la calle tiene más motivos para ser digno de admiración: 

Se levanta cada día para ir a trabajar, quitando mierda. 

Tiene un trabajo que sabe perfectamente mal visto por la sociedad que lanza su mierda al suelo con desdén. 

Cobra por debajo de lo que debería por quitar mierda. 

Lleva un uniforme que de moda no tiene nada... le guste o no. 

Probablemente con ese sueldo que le pagan, haciendo el pino, paga sus facturas, da de comer  a su familia y vive. 

Vuelve a su casa con la cabeza alta, ya que está haciendo un servicio público, útil para la sociedad. 

Pero como ya he dicho, ser el barrendero no es cosa que nadie admire. 

Por contra, admiramos a gente que no hace nada, por nadie. Personajes, todos ellos, que se limitan a promocionar cosas cuyas muestras gratis les proporcionan las marcas, ya que su opinión importa tanto que el resto de las personas no las adquirirían si no fuera por esta. Chicas de 25 años recomendando cremas antiarrugas, antimanchas ... para mujeres mucho mayores, a niñas de 12-14 años que acaban con erupciones cutáneas y alergias. Hablan de los mejores productos para adelgazar cuando no superan los 50kilos, sin tener ni idea de dietética. Todo para que les sigan dando dinero. Dinero que les dan por sacar en sus vídeos hasta la ropa, ejemplo: Se ponen una camiseta de la marca X, y esta les da la friolera de 500.000€. (Esa cifra es real, no diré cómo la sé, pero eso es algo que ha pasado.) Empresas que niegan a sus trabajadores sueldos dignos porque hay que darle dinero a los influencers. Trabajadores que siguen a esos mequetrefes que les roban el pan, siendo ellos quienes hacen realidad los productos y servicios, quienes ponen el esfuerzo. 

¿Hasta qué punto se lo merecen? Les da igual que puedan causar un perjuicio a las personas que los ven. Hacen caja, sobre todo con los chavales en edades impresionables, no tienen escrúpulos. 

Lo peor no es eso, lo peor es que tenemos a mi generación criados en los 80-90, con transtornos de estrés, depresión y ansiedad, no solo por las condiciones de vida que tenemos, si no por la mentira de que con estudios íbamos a conseguir buenos sueldos para poder vivir mejor. Y ahora se viene otra generación, cuya decepción va a ser mayor: Se les está mostrando una vida idílica, sin problemas, llena de viajes, compras, fiestas, diversión... sin trabajar, sin estres, sin pensar en dinero, etc. Van a tener la vana esperanza de que haciendo vídeos de internet van a tener todo cuanto necesitan, y este privilegio está reservado solo a unos pocos. Están aspirando a algo que en el 98% de los casos es inalcanzable. Se van a topar con problemas del tipo: falta de dinero, falta de viajes, trabajos precarios, inestabilidad, ...con una cruel realidad que les niega hasta el acceso a lo más elemental, que es una vivienda. Tienen expectativas de lo que es vivir totalmente inalcanzables, e imposibles. Van a suicidarse. 

¡Great job!

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