Muñecas de hoy para el mañana

 Más o menos por Navidad, irrumpía en nuestras pantallas la película Barbie, que se alzaba en contra del machismo y la cosificación de la mujer, haciendo apología de la diversidad y del feminismo. 

La muñeca Barbie se había convertido en un icono del machismo, la cosificación y había sido relegada a un objeto de coleccionista por parte de colectivos que poco tienen que ver con la mujer. Casi todos gays con una enorme pluma que idealizaban esta muñeca, al igual que muchos diseñadores gays ensalzaban los encantos de mujeres extremadamente delgadas en los 80 y 90. Todos ellos muy versados en el tema... A partir de aquí la muñeca Barbie se nos presentó como un alegato feminista que había sido tergiversado por la industria. 

Así pues, las que vivimos infancia "Barbie", nos plantamos en los 80 y 90 con el canon estético de una 120 de pecho, una cintura diminuta y unas caderas acorde con el tan deseado pecho, las extremidades largas, infinitas y delgadísimas, planas de barriga, obviamente, imponiéndose la delgadez como algo hermoso. En los 90, los diseñadores de moda llevaron esto al extremo, a tal extremo que era misión imposible comprarse ropa si no usabas la talla 12- 14, literal. Recuerdo que en el instituto, cuando ya habíamos echado cuerpo todas/os, algunas afortunadas, compraban camisetas de niña de talla 12 para ir más cortas acorde con la moda. Otras se embutían en la talla 34-36, apretándose los pantalones, o matándose de hambre. La anorexia, la bulimia y la controversia que esto conllevó, condenó a la moda, a las modelos etc a ser demonizados poco a poco. Se intentó normalizar el estar menos delgada, pero hasta que no entraron bien los 2000 no se consiguió algo. Cuando la generación esclavizada por los trastornos alimenticios y la talla 34-36, tuvo descendencia y no quiso aquello para los suyos/as, a partir de aquí la cosa parecía que iba a cambiar.

Echando la vista atrás, pero solo una década o algo así, salieron las muñecas Bratz, entre otras que a posteriori han seguido con la estética impuesta por estas. Estas muñecas tienen una cabeza muy grande, los ojos enormes, los labios gruesos y lisos, narices pequeñas y llevan un look con un maquillaje tremendamente histriónico y marcado. Ahora mira a las nuevas generaciones: 

- Relleno de labios con ácido hialurónico etc... para que se les vean los labios más gruesos y lisos. 

- Rinoplastias para cambiar las narices y ser más normativas. 

- Maquillaje, a veces parece que se lo apliquen con espátula. Tutoriales en que se ponen tres o cuatro capas, entre base, correctores y maquillaje... Pueden llevar chandal, pero el corrector, la base y el maquillaje que no falten. Gruesa capa de pote, que se vea la cara lisa como el plástico de las muñecas. 

Pienso que las muñecas de hoy, son la moda de mañana. Aquello con lo que nos martillean de chiquitas es, en consecuencia, a lo que nos queremos parecer de mayores. Pasó con Barbie, ha pasado con las otras muñecas (Bratz, Monster High... ) Hacen dibujos animados en que promulgan la diferencia estética las "elles", empero siguen la misma estética : labios gruesos y lisos, nariz pequeña, ojos grandes y maquillaje pronunciado... Consiguiendo ser todas iguales. Los retoques estéticos hacen su agosto entre las veinte y treintañeras que cada vez más se parecen a estas muñecas, y las compañías de cosmética ya ni te cuento! ¡Ojo! que las dichosas muñequitas no dejan de tener unos cuerpos del todo imposibles, con unas caderas y unas cinturas materialmente imposibles, mientras hablan de cuerpos no normativos y se disfrazan de monstruitos para ser aceptadas como monstruitos. La palabra ya de por si peyorativa.  

Las famosas de más de 40, 50 ... hacen por ser normativas y seguir este canon, pareciendo cada vez más igual que una muñeca de plastilina que tiene que cambiar con la moda: de delgadísimas, a delgadísimas con culos prominentes, grandes labios lisos, etc etc... 

¡Tela con la dictadura de la industria de los juguetes-dibujos animados! Una piara de salidos machistas que dibujan a mujeres según sus fantasías sexuales, no según las mujeres que tienen por la "mano" delante de sus narices, sometiendo a nuevas generaciones a una esclavitud estética que mueve millones de euros en estética, y cuesta millones de euros a las arcas públicas en forma de enfermedades mentales como la dismorfia corporal, trastornos alimenticios, etc. 

Sigo sin ver una muñeca con michelines, plana o con las orejas salidas. 

Sigo sin ver unos dibujos animados en que una chica con las orejas salidas, plana o con michelines sea socialmente aceptada tal cual, sin una transformación previa. 

Las muñecas de hoy, son lo que van a querer vuestros hijos el día de mañana. 

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